El torreño Alejandro López, autor de la imagen del Padre Arnaiz que se bendecirá en Málaga
"Quisiera presentar públicamente mi último trabajo: la imagen del Beato Padre Arnaiz para la ciudad de Málaga. Desde hoy podrá visitarse en su templo, Iglesia del Sagrado Corazón, donde permanecerá expuesta hasta su bendición D.m. el próximo domingo 18 de julio, coincidiendo con el 95 aniversario de su santa muerte y partida al cielo. También se conmemora el centenario del templo". Así lo explicaba Alejandro López, torreño creador de la imagen de uno de los símbolos religiosos de más fervor para los malagueños.
La Solemne Eucaristía será presidida por el Provincial de España de la Compañía de Jesús, P. Antonio España S.J., a las 19:30. Por la mañana del mismo 18 de julio habrá isas de 10:30, 11:30 y 12:30. Posterior a estos actos la imagen será ubicada en su enclave definitivo, presidiendo el retablo donde con tan gran devoción se veneran sus restos mortales.
La historia del Padre Arnaiz, vallisoletano de nacimiento (1865), pudo ser como la de cualquier otro cura de su tiempo. Fue un buen sacerdote, como tantos otros, pero poco más, y ni mucho menos admirado como santo.
Su apasionante historia de santidad comenzó en el momento en que decidió, tras la muerte de su madre, aquella que desde niño le infundió esta devoción al Sagrado Corazón, una absoluta entrega a Cristo renunciando a todo lo que no fuese Él. Abandonó su vida más o menos cómoda de cura párroco para ingresar en la Sociedad de Jesús (jesuítas) y darse allí por completo.
Ya destacó durante su noviciado, como lo hizo posteriormente en todos los ministerios apostólicos que le fueron encomendados por sus superiores. Pero fue en Málaga, consagrada al Corazón de Jesús en 1887 por su obispo el Beato Marcelo Espínola, donde el Padre Arnaiz dejó lo mejor de sí.
Desarrolló un incesante apostolado en hospitales y cárceles, como predicador de Ejercicios Espirituales, director de las Hijas de María, impulsor del Apostolado de la Oración...convirtiéndose en un director de almas cada vez más reputado y requerido.
Pero el Padre Arnaiz fue ante todo uno de los grandes misioneros populares de España; en su tiempo junto a San José María Rubio y el Venerable Padre Tarín, cuyos restos mortales se veneran en la iglesia que la Compañía tiene en la sevillana calle Jesús del Gran Poder, recientemente cedida a la Archidiócesis hispalense.
De entre todas sus obras, la aportación más original y novedosa fue la invención de las “Doctrinas Rurales”. Junto a un grupo de mujeres seglares, conmovido por el atraso social, cultural y de absoluta ignorancia religiosa de muchos de los pueblos, aldeas y pedanías de la Serranía de Málaga, el Padre se decidió a asistirlos fundando escuelas y amparando material y espiritualmente a estas personas que, en muchos casos, no conocían a Dios por no haber quien se lo llevase. Eran, para que ustedes se sitúen, aquellos 'felices años veinte'.
"Fue en definitiva el Padre Arnaiz un hombre con los pies en la tierra y la mirada y el corazón en el cielo. Y así precisamente es como lo he querido representar en esta escultura que, en madera tallada y policromada, presidirá la hornacina donde se veneran con gran devoción sus restos mortales; en la Iglesia del Sagrado Corazón de Málaga, consagrada en 1920 por su muy querido obispo San Manuel González y donde el mismo Arnaiz se encargó de todos los detalles de su inauguración", finalizó el torreño Alejandro López.
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